¿Estás en una relación dependiente?
«Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.»
Khalil Gibrán
Podemos describir la relación dependiente como un tipo de adicción psicológica, que facilita el abuso continuado por parte de uno de los miembros de la pareja sobre el otro, que por múltiples razones se ve incapacitado para luchar contra esto.
Dicen que los sentimientos primarios son el amor y el miedo, la dependencia es una de las manifestaciones del miedo.
¿CÓMO RECONOCEREMOS QUE NUESTRA RELACIÓN ES PATOLÓGICA?
Si quisiéramos conocer si somos alcohólicos bastaría con que nos propusiésemos pasar una temporada sin probar el alcohol, si no somos capaces de aguantar, nuestra adicción está clara. De igual forma debemos analizar nuestra relación con una persona que nos hace daño preguntándonos, si seríamos capaces de sobrevivir sin esa persona y si no es así, estudiar, con espíritu crítico, las razones que nos empujan a soportar los abusos de esta relación dependiente.
Algunas de las cuales podrían ser:
La falta de autoestima: No voy a ser capaz de encontrar a otr@…
El miedo a la soledad: Necesito hablar con alguien al llegar…
La estabilidad económica: No podría llevar la vida que llevo…
La seguridad y la tranquilidad: Al menos me protege de los demás…
La vida afectiva y sexual: Necesito sus mimos y sus caricias…
El qué dirán: Si me separo, mi familia no lo va a entender…
La esperanza: Cambiará…
Conformismo: Nadie es perfecto, conozco personas que lo pasan peor que yo…
Creencias: Hasta que la muerte nos separe…
Amor: estoy locamente enamorado…
¿CUÁL SERÍA LA FÓRMULA PARA ACABAR CON LA DEPENDENCIA?
No es fácil acabar con una dependencia patológica, sin embargo, el primer paso para la solución comienza por el reconocimiento de ésta y una vez identificada, como en cualquier adicción, se iniciaría con un periodo de desintoxicación.
No existen instituciones como “dependientes anónimos” que te ayuden a acabar la adicción, por ello, la mejor manera de iniciar este periodo con ciertas garantías de éxito comenzaría por salir de su círculo de influencia, como titulara Fred Vargas una de sus novelas “Huye rápido, vete lejos”. Si está en tu mano, aprovecha un periodo vacacional o algo similar para desaparecer, apaga el móvil y vete a un lugar donde no te pueda encontrar y una vez allí, analiza sin su influencia, la relación. Si todo va bien, este periodo potenciará tu autoestima mientras que minará las estructuras mentales del abusador.
Si no puedes permitirte esa separación física, aunque te costará más, también puedes conseguirlo buscando algún tipo de apoyo, profesional a través de un psicólogo y contando con las personas que sabes que te quieren bien, como familiares o amigos, tal vez abandonados a causa de tu relación.
Teniendo en cuenta que:
Existen otras muchas cosas que hacer lejos de quien te hace daño, por ejemplo potenciar tus aficiones, recuperar viejos amigos, hacer deporte y otras muchas cosas, a veces dejadas a un lado, que te permitan volver a encontrar sentido a tu vida.
La soledad voluntaria, no es tan mala. Como dice el refrán: “mejor solo que mal acompañado”.
No importa si l@ amas, lo importante es si te ama a ti. Si te lastima, no es que te quiera a su manera, es que no te quiere.
Si estás inmers@ en una relación tóxica dependiente puede haber llegado el momento de plantearte salir de ella y recuperar tu vida, aplicando lo que antes apuntamos y si para ello necesitaras ayuda profesional, no lo dudes más y búscala.
“Nadie puede hacer que te sientas inferior si tu no se lo permites.”
Eleanor Roosevelt
Mª Ángeles Muñoz Roldán
Psicóloga