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“Il lavoro nobilita l’uomo,
e lo rende simile alle bestie”.
Proverbio italiano

El trabajo es salud dice un refrán y hoy en día se considera hasta una bendición.
Pasamos una gran parte de nuestra vida trabajando, e incluso, cuando llega el momento de la jubilación muchas personas preferirían poder seguir haciéndolo. Con el trabajo podemos enriquecernos como seres humanos desarrollando buenos potenciales. De hecho, una parte de nuestra identidad proviene de nuestra profesión y trabajo.

Pero el trabajo no es toda nuestra vida, sólo es una parte de ella y esto puede ser olvidado, cuando ocurre aparece el desequilibrio, en estos casos el trabajo comienza por representar un desafío, siendo difícil delegar en otros, queriendo llegar a conseguir el objetivo máximo. El conseguirlo proporciona emociones intensas con una sensación de éxito y prestigio ante jefes, compañeros y familia y se vuelve una obsesión de la que es difícil desconectar.

La vida personal empieza a disminuir. Se va dejando de lado a la familia y amigos y cuesta mantener interacciones sociales, en las que solo se encuentra insatisfacción y aburrimiento. Se empieza a dormir mal y pocas horas, la tensión y la ansiedad van aumentando, o sea, el estrés va subiendo en escalada lo que puede desembocar en un colapso nervioso y/o una enfermedad.

En este tipo de problemas hay una interacción entre diferentes factores de tipo personales, sociales y laborales.

Los factores personales se han relacionado con las características de la personalidad “Tipo A”, personas competitivas, impulsivas, impacientes, con tendencia al control. Socialmente “trabajar duro y mucho” tiene connotaciones positivas, las personas muy trabajadoras son motivo de orgullo ante sí mismos y ante los demás. A nivel laboral existen algunos estresores como alcanzar determinados objetivos en un tiempo limitado. También las tecnologías existentes colaboran a que se esté conectado al trabajo de una forma permanente.

La terapia psicológica es necesaria en este tipo de problemas. Con ella entre otras cosas se consigue un mayor autocontrol, aprender a llenar los tiempos fuera del trabajo, retomar las relaciones personales, en definitiva tener una vida más rica, redescubriendo sus diferentes ámbitos. El verdadero objetivo es recordar que el trabajo es solo un medio.

“Hay tesoros que te matan si no tienes con quien compartirlos”
MOMO. Michael Ende.

M. Ángeles Muñoz
Psicóloga

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