LA MUERTE SILENCIADA
“El suicidio es una solución eterna para lo que a menudo no es más que un problema temporal”
Edwin Shneidman
Hoy, diez de Septiembre se conmemora “EL DÍA MUNDIAL PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO”.
El pasado año hubo en nuestro país un total de 3.679 casos de muerte por suicidio, de ellos el 74% eran hombres y, por tanto, el 26% restante, unos 956, mujeres. Si tenemos en cuenta que el total de homicidios estuvo en torno a los 300, puede deducirse que hubo alrededor de doce veces más de suicidios que de asesinatos, con estos datos podríamos apreciar la verdadera dimensión de la catástrofe que estas cifras arrojan.
A pesar del silencio autoimpuesto, la muerte por suicidio se ha duplicado en los últimos 20 años convirtiéndose en la primera causa de muerte no natural, superando con creces los accidentes de tráfico. Esto es realmente preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que tan sólo uno de cada veinte intentos consigue su fin. Nuestro país no es una excepción ya que, en el mundo la cifra anual de suicidios supera el millón.
A pesar de las magnitudes de estas cifras, los medios de comunicación guardan un silencio cómplice, como si hablar de ello fuera a inducir a hacerlo a aquellos a quienes no se les ha pasado por la cabeza. Ese tabú o pacto de silencio no se aplica de la misma forma cuando se trata de violencia, robos, asesinatos, estafas o timos que podemos ver a diario con todo tipo de detalle.
Los datos son claros y el aumento considerable a pesar del silencio, nos indica que la fórmula, no sólo no funciona, sino que es perjudicial, por ello, tal vez haya llegado el momento de sacar nuestra cabeza de avestruz del agujero y comenzar a aplicar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que nos dice que el conocimiento y la prevención es la única fórmula para que las tasas comiencen a bajar y muchas de las personas puedan salvarse.
No obstante, hemos de reconocer que los profesionales de la salud y principalmente de la salud mental llevan años realizando una labor silenciosa de prevención y gracias a ellos son muchas las personas que no forman parte de tan nefastas estadísticas.
Teléfono de la esperanza: 717 00 37 17. 24 horas al día, 7 días a la semana.
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
-Khalil Gibran
María Ángeles Muñoz
Psicóloga