“La única respuesta es una mayor consciencia”
Peter Brook
Si pensamos que algo aqueja nuestra salud, si sufrimos alguna lesión o sencillamente nos duele la cabeza, rápidamente nos ponemos manos a la obra y acudimos al especialista adecuado y además es fácil que lo comentemos de manera natural y abierta con nuestra familia y amigos.
Sin embargo, si nuestros problemas son de índole psicológico parece que ya no es tan sencillo comentarlo abiertamente. La mayor parte de las veces nos los ocultamos incluso a nosotros mismos y acudir al psicólogo parece ser la última opción. En algunos casos dejamos en manos de los psicofármacos la solución de nuestros problemas y aunque éstos pueden ser necesarios en algún momento no son suficientes por sí mismos para la auténtica solución, aquella que nos permitirá sentirnos bien con nosotros mismos afrontando y superando de una manera adecuada los problemas que nos aquejan.
Si podemos llevar un estilo de vida saludable, acudir al gimnasio y cuidar nuestro cuerpo. ¿Por qué no atendemos de la misma manera a nuestra mente ?
La psicoinmunoneurología es la ciencia que se encarga de estudiar las interrelaciones entre la mente y el cuerpo y sus implicaciones clínicas. Gracias a ella hoy en día sabemos que las emociones ejercen un efecto poderoso en el sistema nervioso autónomo, que nuestro cuerpo y nuestra mente están unidos indisolublemente. Sabemos ya de la importancia de cuidar nuestros pensamientos pues se reflejan en nuestro sistema inmunológico, como también que el estrés puede ser letal para nuestro organismo.
En determinadas circunstancias desarrollamos unas conductas y puntos de vista que nos ayudan en un momento dado, sin embargo, con el tiempo dejan de ser útiles y pueden pasar a ser nocivas y algo comienzan a ir mal..
Sufrir no significa ser “más fuerte”, intentar superarlo por nosotros mismos no suele ser la solución, cada día que pasas sufriendo es un día menos que no volverá a repetirse y habrás perdido esta oportunidad. Esto nos trae a la mente un viejo cuento sufí:
“Cuentan que un viajero llegó a una hermosa ciudad. Al entrar le sorprendió ver un pequeño cementerio repleto de hermosas flores. Movido por la curiosidad comenzó a leer los carteles que aparecían sobre las sencillas tumbas: ”María vivió dieciocho años, seis meses y veinte días; Antonio vivió doce años, once meses y tres días; Martín vivió quince años, dos meses y doce días; Marta vivió veinte, años, cinco meses y catorce días….”Todos los carteles señalaban cifras similares por lo que el viajero se entristeció y al llegar al último no pudo evitar ponerse a llorar.
En ese momento pasó por su lado el encargado del cementerio y al verle tan compungido le preguntó
-¿Qué es lo que tanto te aflige?
-He visto todas las tumbas y todos han muerto muy jóvenes.
El encargado se sonrió y le dijo para consolarle:
– No te pongas triste, no es lo que parece. Te explicaré:
En el pueblo existe una vieja costumbre por la que a la hora de medir los años vividos sólo se tienen en cuenta aquellos en los que fueron felices. La infancia, cuando se enamoraron, el día de la boda, el nacimiento de un hijo, las fiestas, etc… y son estos los únicos que, al final de su vida cuentan”.
En este pueblo entendían bien que en la vida de una persona, al final, solo cuentan los días buenos y los malos no deben tener cabida, no es difícil de entender. Por ello, si tienes estrés y trastornos emocionales, de personalidad, problemas de autoestima, dificultad para poder organizar adecuadamente tu vida, necesitas apoyo a la hora de tomar decisiones o conseguir tus propósitos, ha llegado el momento de buscar ayuda profesional, es decir, de consultar a un psicólogo.
Los psicólogos son profesionales cualificados que poseen formación superior universitaria y que van incorporando nuevas técnicas que son el resultado de una formación continua y cuentan con numerosas herramientas eficaces y probadas científicamente.
Un psicólogo posee la capacidad de comprender los diferentes comportamientos humanos brindando diferentes formas de abordajes y enfoques en la búsqueda de solucionar los problemas y mejorar la calidad de vida.
Por todo ello, si sientes malestar en las diferentes áreas de tu vida el psicólogo es el profesional más indicado para ayudarte.
“Cualquier cosa que seas, es tu vida y si te pones a
buscar significados en otra parte te la perderás”.
Osho.
Mª Ángeles Muñoz
Psicóloga
Totalmente de acuerdo, hay que ponerse en manos de psicólogos, el psicólogo posee los conocimientos necesarios en conducta humana, psicopatología, emociones etc. para ayudarte a superar los problemas.