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Técnicas de relajación

«Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios pensamientos.»

Buda 

Cuando vivimos con una sensación de prisa constante aunque ni siquiera haya muchas cosas por hacer, cuando vamos anticipando lo que tenemos que hacer a continuación, cuando sentimos una sensación de urgencia temporal y en definitiva nos falta capacidad para vivir el presente, podemos afirmar que estamos ante una situación de “estrés”.

El estrés produce activación fisiológica que mantenida en el tiempo puede ser negativa para nuestra salud mental y física.

Los procedimientos que enseñan a las personas a controlar su propio nivel de activación sin ayuda de recursos externos se conocen como TÉCNICAS DE RELAJACIÓN.

Algunos autores han señalado que las bases de las modernas técnicas de relajación descansan en los procedimientos de meditación de las religiones orientales.

La relajación es una respuesta incompatible con los efectos fisiológicos producidos por la ansiedad y la activación corporal que ésta produce.

Las técnicas de relajación producen sus efectos como resultado de la disminución de la activación simpática. Esto puede conseguirse bien mediante una reducción de la activación propioceptiva muscular, bien mediante una reducción de la activación cognitiva en especial la directamente relacionada con estados y respuestas emocionales.

El interés por las técnicas de relajación ha aumentado en los últimos años en parte por la importancia que se otorga en la actualidad a la “tensión” que genera nuestro ritmo de vida en el desarrollo de malestar personal que repercute directamente en diferentes aspectos como rendimiento laboral, estado de ánimo, relaciones, etc. Con estas técnicas se consigue una mayor calidad de vida que ayudan a prevenir problemas de salud tanto físicos como psicológicos.

Entre las técnicas que hay para disminuir la activación se encuentran:

· Relajación progresiva. Es un ejercicio en el que se tensan y se relajan de forma alternativa los distintos grupos musculares.

· Entrenamiento autógeno. Considera la idea de la unidad psicofísica mente-cuerpo.

· Técnicas de control de la respiración. Una respiración inadecuada puede provocar una menor oxigenación en los tejidos, mayor trabajo cardíaco y una mayor intoxicación general del organismo.

· Visualización. Consiste en evocar de manera imaginaria una escena, situación o acontecimiento que tenga un valor especial para relajar a la persona.

· Técnicas de meditación. Diferentes procedimientos que utilizan una clave estimular repetitiva y que consiguen en la persona que las practica una sensación de paz y relajación.

· Yoga. Su objetivo general es el autodominio a través del equilibrio activo y total, mente y cuerpo de la persona que lo practica a través de la respiración, las posturas y la concentración.

Si puedes identificar en ti mismo algunos de los síntomas que se describen anteriormente, debes empezar a pensar en atajarlos, elige la fórmula que más se adapte a tu forma de ser, posibilidades o gustos y así evitarás las consecuencias de sus efectos negativos para tu salud.

Un psicólogo puede ayudarte a entrenarte con estas técnicas para tener una mejor calidad de vida.

El Bosque Psicólogos

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